Se nace un día, y un día se muere, pero que cabe la posibilidad, ante la duda y la certeza, de que no se muriera, de que al cerrar los ojos se volviesen a abrir en otro lugar.


Si por un segundo alguien se metiese en ese estado, de agonizar o no, las ultimas décimas de vida, si se imaginase en esa situación, en el momento previo a la muerte…
Que se cierran los ojos más que antes, que no se coge aíre de nuevo, que por un segundo no se sintiese nada, ni frío ni calor, que no se notan las partes del cuerpo, que la mente se queda en blanco, no da vueltas entre ideas y pensamientos, que se queda quieta.
Y un segundo más tarde casi imperceptible, se vuelven a abrir los ojos, y la realidad es distinta, ya no estamos donde hace una décima de segundo, hemos cambiado, no sentimos los mismos dolores, ni nuestra mente piensa igual, ni en lo ultimo en lo que pensaba.
Si a pesar de darle un esfuerzo a la imaginación extra, llegásemos a entrar en esa situación, y nos la imaginásemos… entonces… ¿No sería la idea de muerte como cosa definitiva, como punto y final, un mal chiste?
¿Y por qué no va a poder ser así?... pregunto yo, porque no puede ser esa la realidad, no se puede saber, pero una cosa es cierta de todo esto, sabemos que nos morimos, que en un momento de la vida, dejamos de ser seres para ser solo cosas, que con el paso de no mucho tiempo perecen y desaparecen, eso lo sabemos, pero… ¿quién lo sabe?,
¿Quién es o qué es lo que analiza la diferencia entre estar vivo, o muerto?... nosotros, esa parte de nosotros que piensa, que razona lo que ocurre, que medita y llega a conclusiones, y aquí viene mi pregunta… ¿Podemos tomar como verdad algo que responde a lo sensible, a lo que se puede tocar, sentir, oler, tocar, etc., cuando lo que decide que están vivo o muerto, la mente, el subconsciente, el alma, no es sensible?
¿Cómo me puedo limitar a darle una respuesta a la idea de muerte con algo que es material, si quien pregunta no lo es, y las respuestas tampoco?.
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