
La mente, es un concepto muy extenso, difícil de definir sin saltarse algún aspecto, y sin entrar en divagaciones.
Para los religiosos es el alma, para los no religiosos, que también son difíciles de definir, es como una parte del cuerpo, el lugar donde se guardan las ideas, en fin... sigue sin tener una definición.
En un diccionario cualquiera se puede encontrar una "interesante definición de mente": Potencia intelectual del alma, pensamiento, propósito, etc.
Tampoco nos dice gran cosa.
Yo tengo mi propia versión, de lo que es la mente, y si te apetece la puedes ver a continuación.
Cada día y cada momento los seres humanos dedicamos nuestro tiempo ha algo, comemos, dormimos, hablamos, nos desplazamos de un lugar a otro, no somos por la mañana la misma cosa que por la noche, no llevamos vivido lo mismo, somos y dejamos de ser, para ser otra cosa distinta.
Tanto es así, que es de lógica el pensar, que cada segundo que pasa dejamos de ser “nosotros mismos” para ser otra cosa, otro nosotros, y estos se van sucediendo a cada momento que pasa, cada nosotros es diferente al anterior, pero igual de auténtico que el resto.
Los seres humanos, por el hecho de estar vivos y existir, cambiamos constantemente, y es difícil que permanezca algo estable durante un largo periodo de tiempo en nosotros mismos, como para que vayamos a donde vayamos; exista algo que permanezca y con el que siempre nos identifiquemos, pase lo que pase.
Es por esto, que las costumbres, son costumbres, por que los sucesivos “nosotros mismos” las han ido ejecutando, uno tras otro, y por la misma razón, que cuando los sucesivos “nosotros mismos” dejan de repetir acciones continuamente, y pasan cierto número de estos, las mismas acciones, como pueden ser recordar un idioma, actuar de una cierta manera, etc., se olvidan, y a duras penas, quedan, en nuestra memoria resquicios de esas acciones, porque nuestro subconsciente no las ha olvidado.
Es inútil intentar recordar y querer partir eternamente del primero de todos los “nosotros mismos”, por que es muy probable, que ese no sea el que más nos agrade, o el que más útil nos sea, nunca volveremos a ser el niño pequeño o el adolescente, seremos lo que nuestros siguientes “nosotros mismos”, hagan, piensen y decidan, y es por esta razón, inútil querer quedarse estancado, en lo que se fue una vez, lo que se podría a ver hecho o no hecho.
Somos para dejar de ser y seremos lo que hagamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario