Te hace pensar y muy seriamente como un acto de tu propia obra de teatro o de tu película, como comenta un amigo en la entrada anterior, te pueden significar la vida en un momento, y cuando llevas mas carrete grabado, es una fotito, casi a veces imperceptible,... ¿Qué cosas verdad? y lo peor es que en ese momento nos parece un mundo, y a unas malas casi que nos deja inmóviles de pena, de miedo y por qué no, de alegría.
Si me lo permites te diré, que personalmente yo preferiría dejarme llevar, que vienes buenas, pues se disfruta, que llegan las malas, pues se les abre la puerta con una gran sonrisa y fin.
Pero resulta... que no soy tan "elevada espiritualmente", y las cosas me afectan, especialmente si me toca ser protagonista dentro de la película, y ahora me pregunto yo... ¿Qué se hace para no acabar a gritos ni siendo un mártir de tu propia película?.
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