
Te dije que te quería escribir y ya te he escrito
¿Qué tal? ¿Cómo amaneciste hoy?
Espero que los problemas te hayan dejado sitio hoy para respirar, aun que ahora que lo pienso, no debe de ser fácil hacerlo, siendo tú, que tienes un corazón tan grande que no le debe quedar mucho espacio a tus pulmones
jejeje.
Bueno, la verdad es que no sé que puedo contarte que ya no conozcas, porque a estas alturas decirte que te admiro creo que se queda corto, y sí, no pongas esa cara, no has descubierto ninguna vacuna, pero tampoco hace falta eso para que yo te admire.
No pretendo tampoco subirte en demasía hoy el Ego, tal vez mañana, pero no es lo que me apetece hoy, mi propósito es más útil, no tengo que inventarme halagos pero creo que se te olvidan muchas veces pequeñas cosas a las que no les das mucha importancia, como por ejemplo… no sé, la vida que tienen las cosas que creas, las más insignificantes, aun que no se expongan en museos, ni en los libros de historia pero todo lleva magia, todo lleva tu huella y tu lo sabes, no hace falta recordártelo, se ve en los ojos de quienes te aprecian, en tu familia, en mí.
Mí propósito de hoy es recordarte que me gusta mucho lo que haces, y que por nada del mundo dejes de crear, aun que lo que hagas no les guste a todos, aun que sólo te guste a ti, pero no dejes nunca de crear, por que tus manos le dan vida a las ideas, y aun que todas no las comparta, son tuyas, y por ese motivo ya son bellas.